Dios usa para bien nuestra adversidad

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28

El camino del cristiano está marcado por errores, equivocaciones, desvíos y tropiezos. Muchas veces está salpicado con sangre. Esta realidad aparece ilustrada en la vida de muchos hombres, grandes hombres quienes fueron señalados aun antes de nacer para cumplir misiones del reino aquí en la tierra.

Uno de ellos, David el rey de Israel, oró de la siguiente manera en Salmos 39:4:  Hazme saber, Jehová, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuán frágil soy.

Abraham, el hombre a quien Dios llamó su amigo, cometió muchos desatinos durante su jornada hacia el propósito de Dios. Uno de ellos fue la manera en que manipuló las circunstancias usando métodos cuestionables como una mentira cuando el miedo se apoderó de él a causa de su esposa Sara quien era una mujer hermosa. Pensando el rey de Gerar que verdaderamente Sara era hermana de Abraham por poco la toma por esposa si es que Dios no interviene y le advierte en sueños.

Pero aun en nuestra fragilidad, aun en nuestros tropiezos y equivocaciones estamos bajo la cobertura de la gracia divina. Estamos bajo la providencia de Dios.

¿Qué es la providencia de Dios?  La providencia de Dios son los actos de su santo, sabio y poderoso gobierno de sus criaturas y sus acciones. Respecto a esto, Jesús dice:  …Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Juan 5:17

Cuando Dios creó todo lo que existe, dice la Biblia que descansó de sus obras en el séptimo día. Pero cuando dice Jesús que su Padre trabaja y Él trabaja, se refiere a las obras de su providencia. Del cuidado que Dios tiene de su creación, y más aun de sus hijos. Hay un acto de providencia, de cuidado de parte del Creador para nosotros. No existe tal cosa destino o fatalidad para un hijo de Dios porque todo hijo de Dios está dentro de la protección de la providencia del Altísimo.

Hay una providencia que gobierna el mundo, que decide quién gobierna tal país o quién ha de ser juez en tal corte. Proverbios 16: 33 dice: La suerte se echa en el regazo; más de Jehová es la decisión de ella. 

¿Qué es esta providencia? Es cuando Dios ordena todos los asuntos y eventos de las cosas tras el consejo de Su voluntad.

¿Por qué todas las cosas obran para bien para los que aman a Dios? Porque el que ama a Dios, aun cuando quizás sus sentidos espirituales sean limitados, aun cuando no tenga todos los recursos espirituales, aun cuando esté limitado por las circunstancias, aun cuando esté peleando la batalla entre su espíritu y su carne, aun así, está cobijado por la providencia de Dios. Está cobijado por cientos de promesas que son garantía del pacto. Un pacto de fidelidad departe de Dios, de cuidado y protección.

Dios ordena todas las cosas conforme al consejo de su voluntad. El fin supremo es su suprema gloria. Para que nosotros sus criaturas le glorifiquemos y lo reconozcamos en todos nuestros caminos. Dios no es como un constructor o un arquitecto que construye una casa y se va. Dios mantiene la casa. Cuida de ella, cuida su jardín. Dios provee para que todo siga funcionando a perfección.

Esto no quiere decir que Él tolera las injusticias y el pecado. Él es justo. Gobierna al ser humano a través de leyes y también le ha impuesto leyes para que el ser humano gobierne.

La Biblia dice en Hebreos 1:3: …el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.

Entonces si todo es sustentado por el poder de Dios ¿Por qué sufre el justo grandes aflicciones? El salmista dijo en el salmo 73:14 …he sido azotado todo el día, y castigado todas las mañanas.

¿Cómo esto se relaciona con la justicia y la providencia de Dios? El Señor nunca inflige castigo sin causa pues Él no es injusto.

Salmos 125:3 nos da una respuesta: Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la heredad de los justos; no sea que extiendan los justos sus manos a la iniquidad.

Las tribulaciones y pruebas de los justos son también el resultado de la providencia de Dios. Estas son formas de purificación y refinamiento. Dios no es injusto cuando aflige sus hijos, lo hace con el fin de que sean partícipes de su santidad. (Heb. 12:10)

Es en este aspecto que las pruebas y tribulaciones obran para bien en la vida del que ama a Dios. No solo las pruebas, la palabra dice todo, todas las cosas. Estoy incluye nuestros errores y malas calculaciones.

¿Por qué es sumamente importante y más que importante, necesario que estemos claros y entendamos este aspecto con relación a la providencia de Dios? Estamos entrando en un túnel oscuro. El más oscuro en la historia de la humanidad. ¿Por qué el más oscuro?

En tiempos pasados la humanidad a travesó por situaciones nefastas: terremotos, huracanes, volcanes, guerras. En la primera guerra mundial murieron alrededor de 30 millones de personas. En la segunda, alrededor de 75 millones más. Los horrores que vivieron los judíos no tienen comparación.

Sin embargo, lo que diferencia todo esto de lo que en el presente vivimos es que la ley y el orden sempiterno de Dios permanecía inalterable.

Cuando vemos la matanza de inocentes que no han nacido, el atropello de los niños y adolescentes con ideologías aprobadas por los gobiernos, leyes de eutanasia, la abominación de la ingeniería genética y atmosférica, la mutilación de jóvenes, niños y adolescentes, la descriminalización de la pedofilia y tantas otras aberraciones del presente sabemos las consecuencias funestas que acarreará todo esto.

Todo estudioso de escatología bíblica sabe que lo que vemos desplegarse en el ambiente político es el último sistema de gobierno, los diez dedos de los pies de la imagen que vio Nabucodonosor. Y es en este momento que Daniel ve una piedra que no fue cortada con mano humana que fue lanzada y provocó una terrible destrucción.

Este intento de amalgamar lo humano con otra naturaleza se despliega frente a nuestros ojos. La Biblia revela las consecuencias funestas. Todo esto es parte de la providencia divina. Su celo con su creación y sus criaturas. Su amor por la iglesia y su compasión por el ser humano.

Millones se tornarán a Dios en esta hora de juicio. Vivamos con la seguridad de que como la gallina reúne sus pollos y los abriga bajo sus alas, así somos abrigados y protegidos por nuestro amante y poderoso Dios. Él recicla nuestra adversidad y la convierte en algo productible.

José pudo asimilar esta verdad que solo el Espíritu Santo puede revelar a aquellos que aman a Dios cuando dijo:

Viendo los hermanos de José que su padre era muerto, dijeron: Quizá nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos.Y enviaron a decir a José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo: Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban. Vinieron también sus hermanos y se postraron delante de él, y dijeron: Henos aquí por siervos tuyos. Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón. Gn 50:15-21

Como dijo el salmista: ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger. Gozará él de bienestar, y su descendencia heredará la tierra. La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, ya ellos hará conocer su pacto. Mis ojos están siempre hacia Jehová, porque él sacará mis pies de la red. Salmos 25:12-15